Vivimos en un mundo donde las cosas que son fáciles de enseñar y probar, también son fáciles de digitalizar y automatizar. El mundo ya no nos premia sólo por lo que sabemos -Google ya lo sabe todo-, sino por aquello que podemos hacer con lo que sabemos.
Se combina la inteligencia artificial de las computadoras con nuestras habilidades sociales, emocionales y cognitivas, así como con nuestros valores.
No sólo el aprendizaje de idiomas, matemáticas e historia será lo que determine el éxito educativo, sino también el desarrollo de la identidad, del buen juicio y, sobre todo, de la capacidad de actuar.
Por ello, los valores que promovemos en el CAH: respeto, tolerancia, honestidad y justicia son, a la vez, objetivos educativos que están incluidos en nuestro currículo social. Sólo a través de la práctica de nuestros valores, los niños y jóvenes podrán desarrollar personalidades con las que se sientan a gusto y construir el mundo de manera responsable.
Por este motivo, el enfoque del CAH se centra en la persona. Además del desarrollo cognitivo, también fomentamos competencias físicas, sociales y culturales en nuestros alumnos.